Una de las tantas ocupaciones que últimamente he tenido, es uno de mis hobbies. Me gusta colaborar con la creación e intentar ayudar a crear vida, esto lo hago a partir de semillas, tan pequeñas, secas y aparentemente sin vida y me sorprende como pueden convertirse en cosas bellas.
Con esto he aprendido algunas cosas por experiencia propia, por ejemplo, he conocido la belleza de la flor de cebolla. Estas dos eran unas cebollas de rabo que tenía en el refrigerador, las dejé en agua y empezaron a echar raíces así que me pareció que no querían convertirse en alimento todavía y por eso las planté, crecieron y crecieron y cuando yo ya estaba pensando en que acompañaran a unas chuletas, echaron unos capullos muy bonitos así que las perdoné, esos capullos se abrieron y ahora tengo unas preciosas flores en casa, ahora estoy pensando en sembrar cebollas como plantas de ornato.
Estos días he estado transplantando calabazas y girasoles.
Las calabazas son de unas semillas que me regaló mi padre en la foto de la derecha se puede ver ya una de esas plantitas.
Los girasoles tienen una bonita historia.
Cuando llegamos a esta humilde casita, Dama me decía que le encantaría tener todo el perímetro de la barda cubierto con girasoles, le gustan mucho esas flores y tanto las deseó que de pronto y por casualidad nació una plantita la primer primavera. Esa planta luego mostró unos girasoles del tamaño de un plato y desde entonces hemos tenido girasoles, claro que para eso me he encargado de recolectar las semillas y plantarlas cada primavera.
Como la tierra de este lugar es pésima, desde que llegué a esta casa me he encargado de crear mi propia tierra. Con plantas y hojas secas, los sobrantes de las frutas y verduras (nada de carne ni comidas preparadas), cáscaras de huevo y algunos otros materiales orgánicos que he ido enterrando se ha ido creando buena tierra negra desde hace ya algunos años. Aunque este año, aprovechando mi “ociosidad” decidí que era momento de tener tierra buena sin tener que esperar tanto tiempo y es por eso que invité a Diesel y nos fuimos al valle de Juárez, en la caja de la troquita echamos bastante tierra (medio arenosa) que encontramos cerca de campos agrícolas y también unos costales de estiércol que pedimos en un establo en desuso.
Ahora si he cubierto todo el perímetro de la barda con tierra buena y planté bastantes girasoles en una parte pequeña, debí hacer eso antes para ahorita ya tener algunos girasoles florecidos en lugar de apenas acabar de transplantarlos para distribuirlos bonito como quería Dama, pero no importa, seguro que para el verano Dama ya tendrá bastantes flores para que cuando salga al patio se le alegre el alma.
Tengo unas dormilonas, alfombrilla, “enanos”, rábanos, geranios, sandía, margaritas, los pimientos comenzaron a germinar pero no he visto el mismo resultado con el melón, estoy esperando la semilla de la flor de cebolla para plantar más, solo hay que esperar que las abejas hagan su labor de fertilización de las flores y seguro en unas semanas tengo esas semillitas… según creo con esas dos flores tendré mas de 200 semillas útiles, me falta aprender un muchito más, pero creo que he tenido buenos resultados tomando en cuenta nuestro clima y mi inexperiencia.