Hoy a las 10 de la noche comienza la ley seca, inutil esfuerzo del gobierno por mantener a todo el mundo sobrio durante este fin de semana.

Esto de la ley seca me hizo recordar a mi abuelo, mi abuelo era herrero carpintero, de los buenos, se aventaba unas carretas bien fregonas, con ruedas de madera y sinchos metalicos en su circunferencia. La carpintería estaba a un lado de su casa.

Mi abuelo no era muy pistiador, ocasionalmente se iba a una cantina y se echaba unos tragos, pero, yo casi nunca lo vi tomado, tampoco fumaba. No tenía vicios.

Siempre que había elecciones, a media cuadra de la casa de mi abuelo instalaban una casilla. Mi abuelo ese día abría una puertecita de la carpintería, sacaba una banca y una cubeta con deliciosas y heladas cervezas y se ponía a pistiar mirando la gente pasar rumbo a emitir su voto.

Cuando llegaba a pasar algun amigo le hablaba...

-Calderón... vente, orita nos vamos a votar!
-Andreejhh... que milagro!! vente, ejhtá el sol bien fuerte, dejhcanza aquí un ratito.
-Roberto! ¿a donde vas con esos billetes? Tengo algo que decirte!!
-Ciprianooooo!! aquí tengo cervezaaaaaaass!!

-Perense... hay va Paty al mercado... no le hablen, va a comprar unas hierbitas!!

El caso es que juntaba una bola allí frente al taller, se tomaban una o dos cervezas y se iban a votar, unos llegaban y otros se iban, no intentaba convencer a nadie de no votar, solo los invitaba a echarse una cervecita en tan caluroso día.

Cuando la fila en la casilla estaba en su mayor longitud, entonces mi abuelo cerraba un ratito su taller, enfilaba sus pasos hacia la multitud y valiéndole gorro llegaba a donde estuviera algun conocido que ya solo tenía que esperar cuatro o cinco turnos y le pedía "chance" de meterse!!

Jejejejeee!! ahhh que mi abuelo tan sinvergüenza!!

Que suave se la pasaba los días que había elecciones!