Pa los que hicieron mención de mi "altruísmo", pa los que me felicitaron y hasta me pusieron alas, lamento decepcionarlos, pero, en este caso, la persona generosa y "ayudadora" fue mi esposa. Y la verdad, pos, yo creo que cualquiera en este caso hubiera tratado de ayudar... ¿o alguno de ustedes se haría de la vista gorda si ve a una mujer embarazada y está en riesgo de perder a su bebé?

Nosotros, lo único que pensábamos en ese momento, es que si íbamos a hacer el favor, pos habría que hacerlo completo.

T, ya está mejor, el bebé sigue en su vientre y a ella le dieron varios días de incapacidad, su mamá llegó al día siguiente y ahorita se encuentra con ella, unos conocidos de ella se encargaron de terminar la mudanza mientras yo andaba fuera de la ciudad y parece que por lo pronto todo está regresando a su cauce, cosa que no está pasando con los ríos de nuestro estado, ha llovido tanto que hay un desmadre por todos lados.

El miércoles, salí de la ciudad, había problemas con un sistema y fuí a chambiar a Chihuahua, me mandaron en aerocalifornia y llegué en tres cuartos de hora. Cuando descendíamos podía ver las desbordadas margenes del río Sacramento y mucho verde cubriendo casi todo chihuahua. Fueron por mi al aeropuerto y antes de empezar la chamba, nos fuimos a almorzar menudo. Llegamos a la planta empecé a buscar los errores del sistema y a buscar soluciones, despues de la comida (china) hice las correcciones necesarias en la información y tomé nota de las fallas del sistema para corregirlas aquí en la oficina con calma y en la comodidad de mi escritorio.

Al día siguiente me regresaría con uno de los contadores del corporativo, así que pasé la noche en El palacio del sol y como allí cerquita vive mi cuñadita menor (estudia en Chihuahua) la invité a cenar a ella y a su novio, me llevaron a un café llamado "mandala" por el mirador y desde allí, mientras mordía una hamburguesa y sorbía cafesito rico, miraba Chihuahua desde arriba y pos siendo de noche, se miraba rete bonito. Una señora leía el café, las cartas y la mano, pero, no me interesa conocer mi destino por adelantado, prefiero que sea sorpresa.

Al día siguiente almorzamos unos burritos, regresamos a la planta a atender unos asuntos del contador y empezamos el regreso por carretera, el paisaje del estado ha cambiado bastante, se ven verdes los cerros y verdes los llanos, a excepción de los "medanos" donde solo hay arena. La carretera está pesima, llena de baches pero traíamos buen chofer y llegamos sanos y salvos, eso si, viajando a una velocidad moderada.