Si... con acento en la E.

El "maistro" ya terminó la "obra" que tenía encomendada y hay que ponerle un poco de orden al desmadre que ha quedado. Apenas había caído la noche y continuaba yo trabajando en el patio: Sacos de cemento a medias, tablas, mucho polvo, bloques que mover, algunas varillas a medio patio, puse una repisa en una de las bardas para poner cosas fuera del alcance de Rosco, en fin, bien trabajador que andaba yo.

Con una lata de pintura en una mano, una cubeta con basura en la otra y Rosco tratando de robarme las agujetas de los zapatos que tanto le llaman la atención, apenas podía poner atención donde pisaba, por eso ocurrió.

Planté mi pie firmemente sobre lo que yo pensé que era suelo firme y de pronto un agudo dolor me hizo soltar lo que tenía en las manos y Rosco se emocionó pensando tal vez que el trabajo había terminado y comenzabamos con los juegos. Al levantar el pie me doy cuenta que se
siente mas pesado que de costumbre. Me he pinchado con un pinche clavo clavado en una de las tantas tablas que yo mismo he movido hace apenas hace unos minutos.

No recuerdo con exactitud como es que me quité la tabla, el caso es que cojeando llegué al baño me quité los tenis y vi en el que corresponde a mi pie derecho una perfecta mancha redonda a base de sangre. Busqué el "isodine" y unas gasas que no pude encontrar, así que mojé una toalla
con el desinfectante y me limpié.

Para emparejarme, en la nalga izquierda ahora me pinchó una aguja que hizo entrar "tetanol" a mi cuerpo para evitar consecuencias graves de este suceso.

A pesar del pinche nerviosismo (miedo) que siento al pensar que me pinchen con inyecciones tuve que armarme de valor y acudir con el galeno.

Tan bonito día el de hoy!
Perfecto para salir a correr por el chamizal y yo con una herida de una pulgada de profundidad que me impide siquiera caminar parejito.