Más o menos en abril o mayo contaba yo un poco sobre mi historia personal, allí comentaba que cuando era yo chavito durante unos años vivimos en Chiapas.
Mi madre cuenta que una de las cosas que no le gustaba era pasar las navidades sin frío. Acá en el norte ya estamos acostumbrados a andar abrigados en estos tiempos, a tener entumidos los pies y congeladas las orejas por la mañana, a mirar a través de las ventanas empañadas los días húmedos y helados, nos encanta que nos reciban en un hogar con un calientito ponche de frutas; a mi me fascinan las reuniones familiares en torno a la estufa mientras se prepara lo que sea, aunque sea para hervir el agua para el café.
Recuerdo las posadas a las que fui de niño cuando vivía en Saucillo y Delicias y no me las imagino sin una bufanda y con una mano fría, la mano con la que sostenía la vela.
No me gusta tanto el frío, pero no me gustaría pasar una cálida navidad.
Hace siete años estábamos recién llegados a Juaritos, andábamos bien pobres en la familia, mi padre acababa de regresar de Denver donde juntó un poco de dinero para poner su tienda de abarrotes, mi madre y mis hermanos andaban de visita acá y mis carnales se metieron a trabajar para aprovechar las vacaciones, también acabábamos de mudarnos a una casita de dos recamaras y no habíamos echado a andar la calefacción.
El día 24 de diciembre amanecimos nevados y durante casi todo el día estuvo nevando, el 25 hacía un frío de esos buenos, de esos fríos cuando la nieve empieza a escurrir y descongelarse, pero caray… si hubiera sido un día calido le habría faltado belleza a la navidad.
Hace rato que venía a la oficina venía recordando aquella navidad, la recordaba porque en el parabrisas caían pequeñas y esporádicas plumillas de nieve mientras miraba el cielo cubierto de nubes grises y sentía frillito en mis pies porque olvidé encender la calefacción de la troquita.
Así es estimados compañeros bloggers, ahorita en Juaritos, en ratitos como que quiere nevar y nomás caen unas cuantas plumillas de nieve, no está haciendo un frío de la reching… bueno, no está haciendo tanto frío como otras veces, pero las condiciones climáticas están coqueteándole a la nieve, no creo que se nos cubra de blanco la ciudad el día de hoy, pero creo que es un aviso de que este invierno mis hermanos y yo nos reuniremos una mañana en el Chamizal para hacer un muñeco de nieve como lo hemos hecho otras veces.