Primera parte de mi personal historia de amor.
No hay nada mas perfecto que el amor
"El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo.
No se alegra de lo injusto, sino que se goza de la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo." 1 Corintios 13:4-7
No puedo presumir de ser (ni haber sido) guapo, era coordinador de un grupo juvenil, hablaba bonito, era trabajador, soñador, idealista, buenos principios, de caracter alegre y despreocupado, muy respetuoso y galante con las chicas. Todo eso me convertía en un don Juan adolescente. Era yo un don Juan, feo, pero con suerte.
Faltaban menos de 40 dias para que entrara el año 1994. Estaba en mi primer semestre de la licenciatura y el dinero era algo que en mis bolsillos era muy escaso pero eso no importaba, disfrutaba caminar, disfrutaba la luna, mi juventud, la escuela, todo era perfecto.
Un día, caminando, me encontre una amiga tan alegre como calenturienta y que estaba interesada en ser la responsable de “mi primera vez”. Me contó que ya dejaría de insistir porque yo le gustaba a una amiga suya pero no quería decirme el nombre de la susodicha, así que en mi mente se formó una pantalla giratoria con la imagen de quienes me miraban bonito y pos, eran bastantitas así que la cosa estaba complicada.
-Andale ya Betty, dime quien es.
-¿ya no estás interesado en BB........?
*BB.......: Era una chica bonita y simpática, me miraba con ojos de borrego a medio morir, tenía bonito cuerpo y me encantaba estar con ella . Estábamos cerquitita de hacenos novios.
Después de muchas cuadras de insistir me dió una pista.
-Su nombre empieza con "D". y sonrió al decirlo.
Mi cerebro comenzó a crear el filtro de nombres que solo comienzan con D, pero eso no me sirvió de mucho. Dora, Diana, Denisse, Dinora, Diego (era un maricon, pero a lo mejor le gustaba), Dalia, Dunnia, Daniela... y otro monton de nombres que me llegaron a la cabeza.
- Y ella le gusta a un amigo tuyo.
(TOINGGG!!)¿Ella le gusta a un amigo mío?
A El Pato le gusta D...!!
La tarde siguiente, mi hemano y yo, nos encontramos a D... y su prima... se me hizo un nudo en la garganta en cuanto la ví pero trate de actuar como si nada ocurriera, nos saludamos con un beso en la mejilla y "lo sentí", era ella, ya no había duda, la ví un instante, de esos que parecen minutos enteros y solo son una fracción de segundo, creo que mis pupilas se dilataron cuando ella me sonrió. No podía creerlo, mi sangre la sentía como avena fría recorriendome el cuerpo, el corazón se me quería salir del pecho, sentía que sonaba tan fuerte que podía escucharse, traté de calmarme y disimular y creo que lo logré, pero esa tarde buscaba cualquier pretexto para acercarme a ella, se me olvido por completo que ella le gustaba al "pato" y se me olvidó que a mí me gustaba BB........ Estuve todo el tiempo cerca de ella, platicando con ella, sentado junto a ella, tratando de sentir el olor de su cabello, estudiando su sonrisa, enamorándome.
Al día siguiente, tuve que hablar con el "pato", le conté que a D... le gustaba otro wey y que ese otro wey estaba muy interesado en ella y que ese otro wey, era yo.
El solo apretó los puños, me miró como se mira a un traidor y despues agachó la mirada, movió un poco la tierra con sus tenis, como dibujando algo, guardo silencio un rato. Creo que se encontraba tan aturdido como yo, ese día la amistad terminó.
Ese momento fue el principio del final de mi popularidad. Todos se dieron cuenta que yo era capáz de traicionar a un amigo solo por tener un “romancito”.
Esa misma noche de la discusion con el pato, visité a D... Era maravilloso sentir los brazos pesados, la sangre espesa, calor en el pecho, cosquillas mas debajo y adormecimiento en los pies, no podía creerlo, apenas tres días antes ella solo era una mas de mis amigas, y ahora estaba locamente enamorado de ella, ¿como era posible que esto pasara? ¿porque no podía dejar de pensar en ella?
Hay un poco de esta historia que no recuerdo muy bien, y ese poco, es todo lo que yo hice por convencerla de elegirme, porque el “pato” ese tiempo se fué con todo tratando de ganármela, fueron días tan revueltos que no podría narrarlos con la misma exactitud que he narrado lo anterior.
Pero, el 10 de diciembre de 1993 no puedo olvidarlo porque ese día mi corazón dejó de pertenecerme y porque desde ese día no he conocido mujer que me haga sentir lo que siento por mi mujer.
Estábamos juntos esa fría noche, en la esquina que forman la calle 3a y la ave. 7a poniente, atrasito de la parroquia de nuestra Sra. de Guadalupe, yo me armé de valor y le dije tratando de que no me temblara la voz que me moría por darle un beso y que para eso necesitaba que ella fuera mi novia y ella respodió sin palabras, solo dándome el beso que yo deseseaba, nos abrazamos y nos fuimos caminando por el mundo con nuestra nueva historia de amor.
Este es apenas el principio de un romance muy, pero muy largo y mil veces tormentoso, un amor por el que lloré mas de lo que pude imaginar en aquel principio, un amor que llegó a instalarse tan canijamente en mi alma.